Y aún preguntan "what crisis?"

Dios ahoga, pero no aprieta

lunes, 21 de febrero de 2011

La situación ¿insostenible?

Hola mundo.
Estoy leyendo y oyendo muchas tonterías respecto del turno de oficio.
Soy abogado. Del turno y del no-turno. No represento a nadie salvo a mí mismo, por tanto las tonterías que diga  no tienen por qué molestar a nadie. Son opiniones personales que, mientras no sean alusiones personales, no tienen por qué ofender más que a los intolerantes. Pero yo a los intolerantes me los como con patatas fritas.

El turno de oficio es un servicio que prestan los abogados bajo condiciones injustas. No hay dinero para pagarnos. Alguno quizá piense que el Estado tiene un rodillo para imprimir billetes. Yo ya sé que no, y ya sé que cuando un retraso se cronifica, se convierte en incumplimiento.

Para ser abogado de oficio o se tiene vocación o te amargas, porque por dinero, lo que se dice por dinero, desde luego que no se trabaja. Y el que lo haga por dinero y no por vocación va de culo. Hay que ganar dinero con el despacho, porque si dependes del turno para vivir, puedes ponerte histérico.

Brujuleando por la red he encontrado cosas muy curiosas. Tiempo al tiempo. Vamos a sorprendernos y a reirnos todos un poco, que falta hace

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